THIAGO MOLINA IMPUTADO POR ASESINATO
Tal como diéramos cuenta en nota anterior, una discusión a plena tarde en el popular puesto de choripanes ubicado en Muzzio y Estanislao del Campo y que terminó de la peor manera donde Julián Ariel Navarro, de 20 años, fue asesinado a puñaladas tras un intercambio verbal con otro joven, identificado como Thiago Molina, quien quedó detenido e imputado por homicidio simple.
El hecho ocurrió el viernes 31 de octubre alrededor de las 18:30, cuando, según testigos, una pelea entre ambos derivó en una violenta agresión. Navarro, que se encontraba dentro de su vehículo, fue atacado con un arma blanca. Malherido, fue trasladado de urgencia al hospital local, donde falleció poco después a causa de las heridas recibidas.
La investigación, encabezada por el funcionario del Ministerio Público Fiscal Juan Pablo Santos, logró reconstruir parte de la secuencia a través de cámaras de seguridad y testimonios. En las imágenes —indicaron desde la Fiscalía— puede verse el momento en que Molina se aproxima al vehículo y asesta las estocadas a la víctima antes de huir del lugar.
Durante la madrugada, y por orden de la jueza Patricia Reyes, se realizaron allanamientos en distintos domicilios, donde se secuestraron prendas de vestir, teléfonos y armas blancas que podrían estar vinculadas al ataque.
Horas después, Thiago Molina se presentó voluntariamente en la Comisaría Primera, acompañado de su abogado defensor, Héctor Vargas, quedando formalmente aprehendido en el marco del artículo 217 del Código Procesal Penal.
El operativo estuvo coordinado por el subcomisario Martín Díaz Baldi y el oficial Alejandro Antilef, junto al personal de la División Policial de Investigaciones.
La causa está caratulada como homicidio simple, conforme al artículo 79 del Código Penal. La audiencia de control de detención se realizará durante el fin de semana en los tribunales de Puerto Madryn, donde la Fiscalía podría aportar más detalles sobre las circunstancias del crimen que sacudió la tarde madrynense.
Más allá de los datos judiciales, el hecho reaviva la preocupación por la violencia cotidiana que se cuela en los espacios más comunes. El “carrito de los choripanes”, habitual punto de encuentro entre amigos, vecinos y trabajadores, fue escenario de una tragedia que vuelve a interpelar a una comunidad que asiste, con dolor y desconcierto, a una nueva muestra de intolerancia que termina en muerte.